Si hace buen día y el cielo está sereno, no os podéis perder la espectacular vista panorámica de toda la ciudad de Barcelona que ofrece el mirador arriba en la montaña del Tibidabo.
Para acceder hay dos opciones, en coche por la carretera de la “Arrabassada” (llena de curvas) que ofrece panorámicas de la ciudad desde diferentes puntos. O coger en la plaza Kennedy con la Av.Tibidabo el “Tramvía Blau” todo un símbolo de Barcelona. Este os dejará a pie del Funicular que hace el último tramo hasta la plaza del Tibidabo.
Arriba encontraréis el imponente Templo Expiatorio que puede ser visitado y el parque de atracciones en funcionamiento desde el año 1900 ideal para pasar un rato con los niños.
Cuando bajéis del Tibidabo, podéis para en el Laberinto de Horta, si vas con niños seguro que disfrutaran corriendo entre los verdes pasadizos de este laberinto con un encanto especial e ideal para pasar un buen rato más relajados.